Terminal Fluvial

La empresa Fluvial SA recuperó un edificio catalogado como Patrimonio Urbano y Arquitectónico de Rosario

Noticias de Arquitectura. La Nación
Miércoles 9 de febrero de 2000

La Fluvial SA, empresa concesionaria de la Estación Fluvial ubicada en el predio de 8600 m² del puerto de Rosario, recuperó un edificio incluido en el inventario de obras sujetas a protección, con criterios acordados con la Comisión del Programa Municipal de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico de esa ciudad.

El estudio del arquitecto Marcelo Wade & Asociados (con la colaboración de los arquitectos S. Brescia, M. A. Giaime, A Klotzman, P. Alfonso, A. Elbert, V. Del Valle y V. López) se encargó del proyecto y dirección de las obras de refuncionalización que incluyeron tareas de restauración de las fachadas, renovación de interiores, aberturas e instalaciones, y ejecución de obras de infraestructura para nuevos servicios de telefonía, gas, agua y energía. De esta manera se amplió la superficie cubierta existente de 2711 m² a 3900 m².

Inaugurado a fines de 1999, en su interior alberga diferentes funciones (desde aspectos culturales y de entretenimiento hasta las funciones administrativas y operativas de la actividad fluvial) y reúne un público amplio.

El volumen limita, al Este, con el río Paraná; al Sur, con la ex dársena de cabotaje, y al Norte y al Oeste con el Parque a la Bandera. Posee rasgos típicos de la arquitectura local de 1940, como su volumetría compacta resuelta en ladrillo a la vista y planos de revoque blanco, basada en ejes de composición, jerarquías y trazados geométricos que acentúan las líneas horizontales.

Según los integrantes del estudio Wade, “el diálogo entre el edificio y su emplazamiento se ve afirmado por la clara diferenciación entre la arquitectura original y las intervenciones realizadas con un vocabulario contemporáneo, que hace referencia a las construcciones portuarias y navales, características de la región”.

Por ejemplo, el cuerpo central en doble altura y predominantemente cerrado fue desmaterializado con grandes paños vidriados y una estructura de parasoles y terrazas metálicas, para integrar el interior con el parque y el río. La nueva cubierta del tipo sheed, también metálica, se despega del bloque por una raja de vidrio y da unidad al conjunto, a la vez que marca un contrapunto con la imagen pesada de los ladrillos.

Fuente: La Nación on line